Holaaaa!
Lo de hoy no es una receta cualquiera, es la RECETA. Yo siempre había visto los brazos de gitano como unos dulces con un bizcocho seco y relleno de una crema que ni fú ni fa.
Pero esto es todo lo contrario. Un bizcocho suave y esponjoso con una crema absolutamente deliciosa.
La receta es de Alma Obregón del su libro " Un año de dulces"
Aclaraciones:
- La receta original de crema pastelera me parecía poca cantidad así que hice el doble, así de adictos somos en casa. Al tener más crema el brazo de gitano queda más ancho y no tan redondo. Esto ya lo dejo a lo golosos que sois.
- Yo añadí una cucharadita de vainilla a la masa del bizcocho pero podéis prescindir de ella.
- No dudéis en aromatizar la crema pastelera con cáscara de limón, de naranja o incluso canela.
- No os asustarse al usar levadura seca de panadería ( yo usé Royal), es la indicada para esta receta.
Para el bizcocho
4 M huevos a temperatura ambiente
100 gr de azúcar+ 2 cucharadas
100 gr de harina común
1 sobre de levadura seca de panadería ( 7gr)
Para el relleno
500 ml de leche
100 gr de azúcar
4 yemas de huevo M
50 gr de harina de maíz
Para decorar azúclar glas
Fresas
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos muy bien nuestra bandeja de horno y la cubrimos con papel horno. Esto es crucial para que se no pegue.
Separamos las claras de huevo de las yemas y batimos las yemas con las 2 cucharadas de azúcar hasta que estén esponjosas y blanquecinas. Mientras, montamos las claras a punto de nieve y, una vez espumadas, añadimos poco a poco el resto de azúcar en forma de lluvia. El merengue estará listo cuando forme picos firmes.
Añadimos las yemas a las claras montadas, con movimientos envolventes, usando una lengua pastelera y procurando que no se bajen. Incorporamos la harina tamizada con la levadura, cuidado que no se os baje la mezcla. Añadimos la vainilla y mezclamos.
Cuando veamos que no hay grumos, lo extendemos en la bandeja y horneamos durante 10 minutos.Se dora bastante rápido, hay que echarle un ojo.
Nada más sacarlo del horno separamos los bordes y lo volcamos sobre un papel de horno con una fina capa de azúcar glass, o un trapo bien limpio que no suelte pelotitas. Lo enrollamos con mucho cuidado y dejamos enfriar.
Mientras se enfría, preparamos la crema. En un cazo calentamos la leche con la mitad del azúcar. A la vez batimos enérgicamente las yemas, la maicena y el resto del azúcar hasta que no haya un solo grumo.
Cuando la leche empiece a humear, la vertemos sobre las yemas sin dejar de batir y cuando esté todo integrado , lo volvemos a poner al fuego. Y vamos a seguir removiendo hasta que espese a fuego medio. Cuando coja la textura de crema la apartamos del fuego, la traspasamos a un bol con un film transparente a piel para que no cree costra.
Cuando la crema esté tibia, desenrollamos el bizcocho y d e crema extendiéndolo bien con una espátula. Lo volvemos a enrollar con extrema delicada. Decoramos con azúcar glass espolvoreado con un colador y unas láminas de fresa.
Aguanta bien hasta el día siguiente, luego el bizcocho se empapa de la crema y está un poco más frágil.
De verdad, está buenísimo.
Hasta aquí todo !
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos muy bien nuestra bandeja de horno y la cubrimos con papel horno. Esto es crucial para que se no pegue.
Separamos las claras de huevo de las yemas y batimos las yemas con las 2 cucharadas de azúcar hasta que estén esponjosas y blanquecinas. Mientras, montamos las claras a punto de nieve y, una vez espumadas, añadimos poco a poco el resto de azúcar en forma de lluvia. El merengue estará listo cuando forme picos firmes.
Añadimos las yemas a las claras montadas, con movimientos envolventes, usando una lengua pastelera y procurando que no se bajen. Incorporamos la harina tamizada con la levadura, cuidado que no se os baje la mezcla. Añadimos la vainilla y mezclamos.
Cuando veamos que no hay grumos, lo extendemos en la bandeja y horneamos durante 10 minutos.Se dora bastante rápido, hay que echarle un ojo.
Nada más sacarlo del horno separamos los bordes y lo volcamos sobre un papel de horno con una fina capa de azúcar glass, o un trapo bien limpio que no suelte pelotitas. Lo enrollamos con mucho cuidado y dejamos enfriar.
Mientras se enfría, preparamos la crema. En un cazo calentamos la leche con la mitad del azúcar. A la vez batimos enérgicamente las yemas, la maicena y el resto del azúcar hasta que no haya un solo grumo.
Cuando la leche empiece a humear, la vertemos sobre las yemas sin dejar de batir y cuando esté todo integrado , lo volvemos a poner al fuego. Y vamos a seguir removiendo hasta que espese a fuego medio. Cuando coja la textura de crema la apartamos del fuego, la traspasamos a un bol con un film transparente a piel para que no cree costra.
Cuando la crema esté tibia, desenrollamos el bizcocho y d e crema extendiéndolo bien con una espátula. Lo volvemos a enrollar con extrema delicada. Decoramos con azúcar glass espolvoreado con un colador y unas láminas de fresa.
Aguanta bien hasta el día siguiente, luego el bizcocho se empapa de la crema y está un poco más frágil.
De verdad, está buenísimo.
Hasta aquí todo !